Evelyn Erlij Para un cinéfilo o un simple espectador del llamado "buen cine", las salas de arte -como se denomina a los lugares que se dedican a su exhibición- son un refugio frente al crujir de las cabritas, los ringtones de los celulares y el insoportable sonido de las bolsas de golosinas que se deben tolerar en la sala número "x" de cualquier complejo de cines.Quizás en los llamados "cine arte" no encontrará popcorn , sino chocolates comunes y corrientes; probablemente tendrá que acostumbrarse al frío de las salas sin calefacción y a la incomodidad de las butacas. La calidad de la proyección, el audio y la iluminación tampoco serán, tal vez, las más óptimas, pero el silencio y la vieja mística de la "verdadera experiencia del cine" valdrán siempre el esfuerzo.La opción de ver cintas no holly- woodenses en las multisalas existe -hoy están en cartelera, por ejemplo,...